CRISIS=OPORTUNIDAD
Es vox populi el conflicto actual de la Federación de Capital Federal, donde los nuevos dirigentes han resuelto algunas medidas polémicas para la disputa de los próximos torneos federativos. Entrenadores, jugadores y dirigentes atraviesan un camino de diferencias, donde el éxito final, dependerá de los fundamentos y la capacidad de disenso de cada uno de los estamentos.
La Asociación de Jugadores se ha manifestado en contra de dicha moción, fundamentando que no es justa la reducción abrupta de fichas, trayendo como consecuencia la merma de puestos de trabajo y la exclusión obligada de algunos clubes, de jugadores formados en la institución.
Más allá de esta medida polémica, hay muchas otras a tener en cuenta:
- Modificación de las categorías del Minibásquet y de los días de disputa (pasar de domingo a sábado).
- Cambio de la estructura competitiva de las divisiones formativas.
- Obligatoriedad de dimensión de las canchas para el nivel superior de Primera División.
La Asociación de jugadores se ha manifestado de manera no muy cordial, hacia dirigentes y entrenadores, aduciendo su falta de oportunidad de participación y una supuesta intención de ABATEBA de defender sólo sus intereses.
Para destrabar este conflicto, es imprescindible sentar en una mesa de negociación, a cada una de las partes involucradas (Jugadores, Dirigentes, Entrenadores, Arbitros y Oficiales de Mesa).
La Federación ha resuelto la conformación de un Comité, donde cada estamento será representado y que ya se encuentra funcionando, pese a que nunca han podido estar presentes todos las partes.
Sin lugar a dudas, los cambios provocan ciertas crisis. Pero también es cierto que las crisis son una gran oportunidad de generar espacios y cambios profundos, en este caso en beneficio del deporte que tanto amamos.
El primer aspecto positivo de esta situación, es que los dirigentes actuales parecieran escuchar a los entrenadores, como hace mucho tiempo no ocurría.
Por ello resulta indispensable el acercamiento entre los jugadores y entrenadores, para propiciar medidas de bien común, tanto para unos como para otros.
El otro aspecto positivo es la participación de cada una de las partes involucradas, como nunca antes había ocurrido. Pese a que por el momento, pareciera estar cada estamento pujando más por su beneficio que por el bien común, esto se puede cambiar mediante el diálogo y la toma de conciencia del cambio profundo que se podría generar.
Si Entrenadores, Dirigentes, Jugadores, Arbitros y Oficiales de Mesa usan sus fundamentos y priorizan el desarrollo del básquetbol , estamos ante la posibilidad de volver a poner a Capital Federal, en el lugar que supo tener tiempo atrás, tanto en la competición en sí misma como en la formación de jugadores.
Esperemos que cada una de las partes, logren dejar de lado diferencias previas y ciertos rencores, para escuchar el resto de las campanas y ver de qué manera podemos generar entre todos, una federación mejor, donde la participación sea característica central y el disenso la principal arma de construcción.
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